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D.O Malaga

Esta clásica D.O., conocida durante siglos por sus vinos dulces elaborados con uvas Moscatel y Pedro Ximénez, ha sabido mantener sus señas de identidad a pesar de la presión que durante las últimas décadas han sufrido los viñedos debido al turismo. Geográficamente, la zona de cultivo tiene forma de T, con los viñedos plantados a la largo de la costa, al este de la ciudad de Málaga y adentrándose hasta la sierra. Una tercera subzona más pequeña se encuentra al oeste de la capital.
En la actualidad, y a pesar de dos décadas en las que no se ha experimentado un aumento de la zona de cultivo, la denominación está disfrutando de un leve renacimiento y sus vinos generosos están volviendo a ser descubiertos. Al mismo tiempo, las bodegas malagueñas, al igual que sucede con otras de Andalucía, se están adaptando a la nueva demanda del mercado, que pide un vino más ligero. Incluso para facilitar este cambio, se ha estableciendo una nueva D.O., Sierras de Málaga, que elabora vinos jóvenes en esta misma zona geográfica, que está regida por el mismo Consejo Regulador de la D.O. Málaga
Hace cuatrocientos años, los dulces y fuertes vinos malagueños vendidos a granel eran muy estimados en todo el mundo. Los arqueólogos han demostrado que el vino ya era elaborado en esta zona en el siglo VII a.C. Actualmente, estos vinos siguen teniendo sus admiradores, aunque la demanda de vinos generosos ha sufrido una importante caída desde la década de los ochenta.
En el siglo XIX, los vinos malagueños más famosos, elaborados con las uvas Pedro Ximénez cultivadas en viñedos cercanos a la costa, eran conocidos como Vinos de Montaña, por los montes que descendían hasta el litoral.




Los viñedos comienzan al nivel del mar y ascienden lentamente hacia el interior. Aunque existe una considerable área plantada de vides, sólo una pequeña proporción, unas 1.200 hectáreas, está clasificada para la producción de los vinos con D.O.
El suelo tiende a ser aluvial con superficies de carbonato, aunque cerca de la costa la composición varía: arcilla, cuarzo y mica son algunos de sus componentes. Los viñedos malagueños se encuentran divididos en cinco subzonas:
La Zona Norte es una altiplanicie que comprende las tierras altas del extremo norte de la provincia, entre Antequera y la frontera con Córdoba, lindando con la D.O. Montilla-Moriles. Sus suelos son de arcilla ferruginosa con cierta cantidad de caliza.
La Axarquía es una zona montañosa que se sitúa al este de la ciudad de Málaga, llegando casi hasta Nerja y extendiéndose hacia el norte, hasta el límite con la provincia de Granada. En esta zona se encuentran 8.000 hectáreas de viñedo sobre suelo de grava caliza.
La Costa Occidental es una pequeña zona separada del resto de la denominación y que se encuentra al oeste de Málaga y Marbella. Está compuesta por tres municipios costeros: Casares, Estepona y Manilva. Sus viñedos están plantados en suelos pedregosos sobre colinas bajas a lo largo de la costa.
Los Montes, situada alrededor de la ciudad de Málaga, está formada por ocho municipios, incluyendo los suburbios occidentales de la propia capital de la provincia. Los suelos son pizarrosos, a gran altura sobre el nivel del mar, aunque muy próximos al Mediterráneo.
Ronda, por su parte, una nueva incorporación a la denominación realizada en el año 2000, aporta los viñedos más altos de la provincia, situados a 750 metros sobre el nivel del mar.

El clima pasa de mediterráneo en la costa a continental con fuertes heladas conforme los viñedos se van adentrando en el interior.
La Axarquía disfruta de un clima templado durante todo el año, así como de uno de los índices de precipitaciones más bajos de toda España. Por su parte, la Zona Norte tiene veranos muy calurosos y secos e inviernos fríos, con las precipitaciones más altas de la región que, por lo general, comienzan en los meses de noviembre y diciembre.
El calor excesivo durante la época estival es siempre un peligro, aunque las vides suelen estar bien preparadas para aguantarlo. También pueden darse aguaceros de manera ocasional e inesperada hacia el final de la vendimia.
Las variedades de uva preferentes en la D.O. Málaga son: Moscatel, plantada sobre todo a lo largo de la costa y, más concretamente, en la parte occidental; y Pedro Ximénez, conocida en la zona como "Pero Ximén", y que ocupa principalmente los terrenos interiores. En la D.O. Sierras de Málaga, las variedades preferentes son, además de las mencionadas: Chardonnay, Macabeo y Sauvignon Blanc (para blancos) y Romé, Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah y Tempranillo (en tintos).
La densidad de los viñedos por hectárea varía entre 800 y 5.000 vides, cultivadas de forma libre.

Tradicionalmente, el vino dulce malagueño se produce con la técnica artesanal del secado al sol sobre esteras antes de ser prensado. Después, la fermentación se detiene para conseguir un vino de una graduación alcohólica de entre 15º y 22º.
Los vinos de Lágrima son caldos hechos a partir de uvas Pedro Ximénez, secadas durante uno o dos días y cribadas dos o tres veces, pero nunca prensadas. Los vinos más secos, por su parte, son elaborados a partir de uvas que no han sido expuestas al sol. Algunas de las uvas Pedro Ximénez y los vinos que proceden de ellas, pueden ser comprados legalmente de Montilla.
Eso sí, independientemente del origen de la uva, toda la maduración del vino se debe realizar en Málaga en barriles de roble americano, con una capacidad que no exceda de los 800 litros, tanto individualmente como en un sistema de solera.


La mayor parte de los vinos de la D.O. Málaga proceden de mezclas, normalmente de vinos de Solera, vendimias individuales y unas gotas de vino añejo para conferirles su carácter final. El Consejo Regulador reconoce los siguientes tipos de vino, clasificados de acuerdo con su edad, y que pueden ser tanto de solera como estáticos:
El Málaga Pálido nace de una uva totalmente fermentada y puede ser vendido sin que sea sometido a envejecimiento. Se trata de un vino con un sabor que podría ser descrito como un seco al estilo oloroso.
El Málaga debe pasar entre seis meses y dos años en barriles de roble. Puede ser etiquetado con una calificación adicional que indique que ha tenido un proceso de envejecimiento mediante sistema de solera y enriquecido durante la fermentación con más de 5 gramos de azúcar por libro, dando lugar al Málaga Abocado. Si esta adición de azúcar es de 50 gramos por litro, recibe el nombre de Málaga Semiseco. El Málaga Dulce se elabora con uvas pasificadas con un contenido de azúcar de 600 gramos por litro, y puede además recibir la denominación de Lágrima si se hace con mosto flor. El Pedro Ximénez o Moscatel se elabora exclusivamente con esas variedades de uva. El Málaga Noble es igual que el Málaga, pero con dos a tres años de envejecimiento en barrica; en cuanto al Málaga Transañejo, tiene que estar más de cinco años en barrica.
La etiqueta del vino puede asimismo indicar el color del mismo: Blanco, Dorado, Rojo Dorado, Oscuro o Negro. Los vinos oscuros pueden colorearse con arrope. Algunos vinos pueden ser denominados Crema o Pajarete (semi dulce).
En cuanto a la D.O. Sierras de Málaga, según el Consejo Regulador produce dos tipos de vino: "Blancos, de color amarillo, pálidos de aroma varietal, elegantes y nítidos, de sabor afrutado, frescos con tonos ácidos. Y tintos, con cuerpo, bien estructurados, en los que predominan los sabores y aromas minerales y del terruño".

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