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D.O Alella


Los vinos blancos y florales de Alella y los tintos, menos conocidos, proceden de una antigua área de viñedos que ha disminuido progresivamente durante los últimos cuarenta años debido a la presión urbanística, hasta el extremo de convertirse en una de las comarcas vitivinícolas más pequeñas de la geografía española. En la actualidad, ocupa sólo una tercera parte de la superficie que correspondía a la D.O. cuando fue establecida, en 1956, a pesar de que en 1989 se amplió el territorio a las pendientes de las montañas cercanas a la costa.

En los años ochenta se introdujeron nuevas variedades de uvas y se modernizó la elaboración del tinto, revelando su nuevo potencial. Las bodegas son masías urbanas construidas siempre sobre las pendientes de las montañas que dan al mar .

La altitud a la que se sitúa la explotación determina qué variedades se cultivan, y qué clase de vino se hace en una determinada parte del viñedo.




El vino se ha elaborado en Alella desde los tiempos de los romanosy, posteriormente, también se vendía a la corte de Aragón. En los archivos de Barcelona, estos caldos aparecen como uno de los favoritos de la nobleza. Sin embargo, Alella sufrió gravemente la filoxera a finales del siglo XIX. Las vides fueron replantadas con raíces americanas, y el vino actual es en gran parte producto del trabajo realizado desde el final de la Guerra Civil.

En los años veinte esta zona era famosa por su Cava. Las primeras normas de la D.O. fueron elaboradas en 1953, después de que los vinos comenzaran a alcanzar tal éxito que el nombre empezó a utilizarse en otros lugares.



La D.O. Alella toma su nombre de una pequeña ciudad situada a 15 km al norte de Barcelona. Los viñedos se extienden, protegidos por la Sierra de Parpers, desde la costa interior a las laderas de la montaña y crecen en las pendientes, con diferente orientación.

Los viñedos más bajos, situados a 60 metros de altitud, crecen en suelos pardos meridionales sobre rocas ígneas, con afloramientos de esquisto, en un valle abierto al mar. Los más altos, formados por cuatro nuevos distritos conocidos como Vallés, se encuentran sobre roca caliza y al abrigo de las montañas.

El mantillo del suelo de ambas áreas es bastante arenoso y se conoce como saulo (arena de granito casi blanca que proporciona una elevada porosidad así como una excelente retención del calor). El río Besòs marca el límite occidental de la zona de cultivo.



Los viñedos más viejos, situados cerca de la costa y a una altitud de entre 60 y 90 metros, se encuentran en un clima totalmente mediterráneo, con inviernos suaves y veranos calurosos. Los más jóvenes se ubican en las zonas más elevadas y frescas, con un clima más continental, guarecido de las brisas del Mediterráneo.

La temperatura media es de 15,8° C y las heladas suponen un peligro para los vides, especialmente para las más jóvenes situadas en las zonas más altas. Allí pueden dañar las flores en la primavera o las propias uvas en el otoño, justo antes de la cosecha.

Es un clima bastante seco y las lluvias se presentan sobre todo en forma de tormentas a finales de verano y principios del otoño. Las precipitaciones rondan los 600 mm anuales.





La D.O. Alella se caracteriza por poseer una amplia variedad de uvas, muchas de ellas autóctonas de Cataluña, aunque las principales son Pansá Blanca (Pansà Blanca en catalán) y Chardonnay para los vinos blancos, y Garnacha, Ull de Llebre (Tempranillo) y Merlot para los tintos.

Las vides más viejas crecen de forma libre, mientras que las jóvenes son colocadas en espalderas de doble cortina. La densidad de las vides se sitúa entre las 2.000 y las 3.500 por hectárea. Puesto que el drenaje es bueno, la tierra no siempre necesita estar dispuesta en terrazas. El rendimiento es relativamente elevado en comparación con el resto de España.




Casi toda la vinificación se realiza con las técnicas más modernas. La tecnología del acero inoxidable se encuentra muy enraizada en la zona y con ella se elaboran los deliciosos vinos blancos que tan conocidos son fuera de Alella.

Algunos productores también fermentan las uvas tintas en depósitos de madera para elaborar los vinos tintos y los conocidos como Garnacha rancios. Para hacer estos últimos, las uvas se fermentan completamente y después se trasladan al exterior para que reposen con la luz directa del sol, donde gradualmente se ennegrecen. El Garnacha rancio es muy popular en la zona y posee un pequeño pero significativo mercado en el norte de Cataluña.


Alella posee seis tipos de vinos. Los más importante son los blancos, de los que hay dos elaborados con variedades autóctonas: el tradicional, procedente al 100% de la uva Pansá Blanca y sometido a un envejecimiento de seis meses antes de ser embotellado; y el 100% Chardonnay que puede o no pasar por un envejecimiento en barrica de roble. Asimismo, también se elabora un blanco producto de la mezcla de las uvas Pansá Blanca, Macabeo y Chenin Blanc.

Los blancos Crianza deben pasar tres meses en barrica.

También se elaboran en cantidades más pequeñas vinos tintos, rosados, de aguja, Cava y generosos. Los tintos también pueden ser Crianza, para lo que necesitan ser sometidos a un envejecimiento en barrica de seis meses.


AÑO CALIFICACIÓN
2007
2006
2005
2004
2003
2002 MUY BUENA
2001 EXCELENTE
2000 EXCELENTE
1999 MUY BUENA
1998 EXCELENTE
1997 EXCELENTE
1996 MUY BUENA
1995 MUY BUENA
1994 MUY BUENA
1993 EXCELENTE
1992 BUENA
1991 EXCELENTE
1990 MUY BUENA
1989 MUY BUENA
1988 BUENA
1987 BUENA
1986 BUENA
1985 BUENA
1984 BUENA
1983 EXCELENTE
1982 EXCELENTE
1981 MUY BUENA
1980 REGULAR
1979 EXCELENTE
1978 MUY BUENA
1977 BUENA
1976 REGULAR
1975 MUY BUENA
1974 REGULAR
1973 REGULAR
1972 MUY BUENA
1971 REGULAR
1970 MUY BUENA
1969 REGULAR
1968 EXCELENTE
1967 EXCELENTE
1966 BUENA
1965 REGULAR
1964 MUY BUENA
1963 BUENA
1962 BUENA
1961 BUENA
1960 BUENA



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