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D.O Empurdà


Desde que los agricultores y viticultores del Ampurdán (Empordà en catalán) se han adaptado a las necesidades del mercado, elaborando vinos más sanos gracias al empleo de las nuevas tecnologías de fermentación, la D.O. Empordá-Costa Brava se ha convertido en una zona muy prometedora para la elaboración de vinos de gran calidad.

A pesar de se trata de un área tradicionalmente cooperativa, están surgiendo nuevas y pequeñas bodegas familiares dirigidas por jóvenes enólogos que están renovando los métodos de vinificación.

La especialidad tradicional ha sido la de vinos dulces naturales, pero en la actualidad las bodegas están consiguiendo el reconocimiento por sus modernos tintos jóvenes.





Los arqueólogos sugieren que las vides fueron introducidas por los feniciosen el siglo V a.C. Posteriormente, los romanos y después los monjes benedictinos continuaron su cultivo. El primer tratado sobre el vino catalán fue escrito en esta región en 1130 por el Padre Ramón Pere de Novas, en el monasterio de Sant Pere de Roda.

Al igual que sucede en el Penedés, la región solía producir fuertes vinos rancios y dulces que fueron muy populares en esta zona del Mediterráneo hasta la década de 1930. Las áreas que los elaboraban del otro lado de la frontera francesa formaron antiguamente parte de la corona de Aragón.




La zona de producción se extiende desde la ciudad de Figueras(Girona) hasta el norte, en la frontera con Francia, donde limita con dos denominaciones francesas: Banyuls y Côtes de Roussillon. Al este termina encontrándose con el mar: de ahí el nombre de Empordá-Costa Brava.

Los suelos son generalmente pardos, con cierto contenido calizo, sueltos con buen drenaje y pobres en materia orgánica. Cerca de la costa hay algo de granito.

Los ríos Muga, Llobregat y Manol atraviesan la zona en dirección este, hacia el Mediterráneo.





El clima es mediterráneo, con influencia de los vientos húmedos del sur y de los fríos del norte, en particular de la Tramontana, que pueden alcanzar velocidades de hasta 120 kilómetros por hora.

La temperatura media es de 16º C y hay abundantes precipitaciones (600-700 mm), principalmente en invierno.



Las principales variedades de uvas son las blancas Macabeo y Garnacha Blanca, y las tintas Garnacha y Cariñena, que solían representar el 82% de los viñedos, aunque su importancia está disminuyendo debido principalmente al éxito cada vez mayor de las uvas experimentales. Entre éstas destaca la variedad catalana Xarel.lo, y la extranjera Muscat.

Las vides son situadas sobre estacas para preservarlas de los vientos de Tramontana. La plantación experimental se encuentra muy extendida, y cada variedad puede ser injertada y podada de distinta manera con el fin de encontrar la mejor combinación posible entre variedad de uvas, raíz y poda.




Algunas cooperativas todavía usan depósitos de hormigón, aunque la tecnología del acero inoxidable ha sido adoptada por las bodegas privadas, que están desligándose de los vinos tradicionales para preparar caldos con renovados estilos. Se elaboran nuevos tintos y blancos, pero los rosados continúan siendo la principal producción de la D.O. El mosto de la uva es macerado entre dos y ocho días.

Entre los vinos tradicionales se encuentra el Garnatxa, una variedad de tinto dulce hecho a partir de uvas secadas sobre esteras de paja antes de ser presionadas (al igual que los vins de paille franceses), y con el que se obtiene un vino dulce rojo-anaranjado que se deja reposar durante una década. Otro vino es el blanco elaborado a partir de la vinificación de la Garnacha (a veces también Cariñena) con una pequeña parte de uvas blancas. Los vinos tintos tradicionales proceden por lo general de una mezcla de Garnacha y Cariñena, con unas proporciones que varían enormemente, desde 80-20 a 20-80.



Tanto Cariñena como Garnacha eran utilizadas para elaborar intensos vinos rosados, tradicionalmente los más conocidos de la D.O. En la actualidad, sin embargo, junto a los tradicionales tintos y blancos, la mayoría de las bodegas están dirigiendo su producción hacia vinos elaborados a partir de Sauvignon Blanc, Chardonnay, Cabernet Sauvignon y Merlot, a veces incluso mezclándolas todas juntas. Los caldos pueden ser envejecidos para llegar a convertirse en Crianza, Reserva o Gran Reserva, siguiendo las normas nacionales.

Durante los años ochenta, la mayoría de los productores comenzaron a hacer cada otoño un novell vin (vino nuevo añejo) a la manera del Beaujolais Nouveau francés. Este caldo, también llamado Vino Novel del Ampurdán (o Vi Novell de l'Empordà , en catalán), se ha hecho muy popular en la zona, aunque todavía no se ha exportado.

El vino tinto dulce Garnatxa, elaborado siguiendo el método vin de paille, es excelente. Los blancos pueden ser producidos sólo de uvas blancas, aunque también con una mezcla de Garnacha junto con una minoría de uvas blancas para producir vinos con mucho cuerpo.


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