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D.O. Terra Alta


Esta denominación del sur de Cataluña está compuesta tanto por nuevas bodegas como por grandes y experimentadas cooperativas que combinan el cultivo de variedades autóctonas con las de corte internacional e invierten en nuevas tecnologías. Comprende un total de 12 términos municipales situados al oeste de la provincia de Tarragona.

Como su propio nombre indica, la zona de cultivo se encuentra en terrenos elevados sobre el nivel del mar de una gran belleza, que fueron plasmados por Pablo Picasso en sus pinturas durante los veranos que pasó en esta zona.

Hasta hace bien poco y debido a su aislamiento geográfico, esta área producía principalmente vino para su propio mercado interno. Todavía conserva una gran variedad de estilos clásicos de elaboración, aunque las pequeñas bodegas privadas y las más grandes cooperativas han comenzado a producir muy buenos tintos mediterráneos.

Algunas de las cooperativas de esta denominación fueron construidas en los años 20 y son famosas por el estilo modernista de César Martinell, un estudiante de Gaudí. Las cooperativas del Pinell de Brai y Gandesa, son buen ejemplo de ello.




En tiempos de los romanos, el camino de Zaragoza a Tortosa atravesaba esta zona, lo que supuso probablemente el establecimiento de los primeros viñedos. Ya en la época medieval, los Caballeros Templarios también plantaron vides, pero la distancia a los mercados locales y a los puertos supuso su reemplazo por olivos.

En el siglo XIX, esta zona alcanzó un considerable prestigio por sus vinos rancios conocidos como “amber blanc”, hasta que la filoxera alcanzó a los viñedos. Los actuales fueron plantados entre 1920 y 1950, sobre todo con el apoyo de las cooperativas que, sin embargo, no comenzaron en su mayoría a embotellar vino hasta las últimas dos décadas.


Terra Alta está situada en el interior de la de Tarragona, donde bajas montañas, terrenos ondulados y los valles se encuentran con la provincia de Teruel.

La principal ciudad de la denominación es Gandesa. Al este, los viñedos de Terra Alta lindan con la D.O. Tarragona. Las montañas alcanzan los 962 metros, aunque las vides crecen principalmente en los valles, llanos y laderas.

Los suelos son arcilloso - calcáreos, pobres en materia orgánica y con una importante proporción de elementos gruesos que mejoran el drenaje de los mismos.



El clima de la zona es una mezcla de mediterráneoy continental. Los veranos son calurosos y los inviernos muy fríos. La temperatura media anual es de 16,4º y las precipitaciones rondan los 400 mm. Hay riesgo de tardías heladas en la primavera. Destaca la gran influencia del cierzo, viento seco procedente del Valle del Ebro que mantiene sanas las vides y su uva.


Las uvas de la denominación son una mezcla de variedades autóctonas, a las que se han sumado recientemente las uvas de corte más internacional, permitidas por el Consejo Regulador desde los cambios en la regulación de 1995.

Para la elaboración de los vinos blancos, las principales variedades empleadas son Garnacha Blanca, Parellada, Macabeo, Moscatel y Chardonnay . En cuanto a los tintos: Cariñena, Garnacha Tinta, Garnacha Peluda , Morenillo, Syrah, Cabernet-Sauvignon, Merlot y Tempranillo. De forma experimental se cultiva tambien el Chenin blanc, el Sauvignon Blanc i el Marselan.

Todos los viñedos crecen experimentalmente sobre espalderas con el objetivo de aumentar su exposición al sol y permitir la vendimia mecanizada. La densidad de la vides se sitúa entre los 2800 y 3000 pies por ha.



La D.O. Terra Alta se caracteriza por poseer un gran contraste debido a la convivencia de técnicas tradicionalesde elaboración del vino empleadas en las bodegas más antiguas y en cooperativas, junto con las más modernas tecnologías que están siendo instaladas en las bodegas privadas.

Asimismo, una nueva generación de jóvenes enólogos está introduciendo cambios lentamente. Las nuevas bodegas están concentrándose en el utilización de la fermentación en frío para la elaboración de vinos blancos y rosados, mientras que los tintos afrutados poseen un estilo moderno.

Hay algún crianza, tanto en vinos blancos como tintos. Algunos tintos, como los que proceden de la mezcla de Garnacha y uvas como Cabernet-Sauvignon o Syrah, ofreciendo unos caldos excepcionales.

Los viejos vinos generosos continúan haciéndose siguiendo los métodos tradicionales. Los suaves rancios, compuestos de la Garnatxa - blanca o tinta - y elaborados sin presión mecánica de los primeros mostos permanecen al menos dos años en barricas. Por su parte, los secos rancios deben pasar al menos cinco años en madera. También se elaboran vinos dulces a partir de uvas de garnacha sobremadurada en la cepa, vinos que reúnen todo el potencial de la zona.


En términos generales se puede decir en los últimos tiempos se está produciendo una tendencia hacia la elaboración de limpios tintos, blancos y rosados, que son consumidos jóvenes. Sin embargo, hay una amplia gama dentro de estos tres tipos. Desde los frescos y secos blancos y rosados para consumo inmediato hasta los crianzas y Reservas, pasando por los semi dulces o, incluso, los ricos dulces de Garnatxa.

Los vinos tintos pueden elaborarse siguiendo un estilo moderno y consumirse tanto jóvenes como envejecidos hasta la categoría de Gran Reserva. También pueden seguir un estilo tradicional, como es el caso de los rancios (tipo Garnacha Catalán).

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