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D.O. Cava


El cava, un vino espumoso elaborado del mismo modo que el champán, se ha creado su propia identidad en los principales mercados internacionales durante los últimos treinta años. Factores como el empleo de uvas autóctonas, un clima templado y zonas heterogéneas de cultivo han contribuido a configurar su propio carácter.

El corazón de la producción del cava se sitúa en los de la localidad de Sant Sadurní d'Anoia, al sur de la provincia de Barcelona, donde las bodegas especializadas en su elaboración lo han producido con fines comerciales desde finales del siglo XIX. En la actualidad, esta zona todavía concentra el 85% de toda la producción. Sin embargo, el área de cultivo permitida incluye 160 términos municipales situados en siete Comunidades Autónomas, entre las que se incluyen Aragón, Navarra, La Rioja, Extremadura o Valencia.

Al igual que sucede con el champán, cada productor realiza su particular cuvée (mezcla de uvas) a partir de viñedos situados en la zona autorizada por el Consejo Regulador. Este cuvée puede pertenecer a cualquiera de los siete tipos de cava en función de su contenido en azúcares.

Las bodegas se encuentran muy mecanizadas. Como ejemplo de ello, decir que el giro mecánico de las botellas del vino espumoso fue inventado aquí.

El término Cava proviene de la palabra empleada para designar las cuevas donde tradicionalmente se ha elaborado. El cava es una de la excepciones a la regla en cuanto a la inclusión de la mención “Denominación de Origen” en sus etiquetas. La simple indicación de la palabra Cava lleva implícito su origen y no es necesaria una referencia geográfica específica.

Entre los más recientes desarrollos destaca el aumento de la plantación de uvas Chardonnay, la vinificación en bodegas situadas junto a los viñedos y la revisión de las normas con el objetivo de indicar el año de la vendimia en las etiquetas de los cavas Brut y Brut Nature.

El Cava es segundo vino espumoso más vendido en todo el mundo, por detrás del champán.




Lluís Just i Villanueva (1834-80), un enólogo de Madrid, fue el creador de las principales bases sobre las que elaborar las diferentes clases de vinos espumosos de calidad en el Laboratori de l'Institut Agricola de Sant Isidre, en Barcelona. También trabajó como director técnico para uno de los productores pioneros, Agustí Vilaret i Centrich (1820-1903), de Blanes, Girona. Just experimentó con uvasPinot Noiry Chardonnay procedentes la región francesa de Champagne, en el norte de Francia, así como con otras variedades nativas.

Otros pioneros fueron Francesc Gil, Miquel Esquirol y Josep Raventós i Fatjo (1824-85), quien fue el primer productor en elaborar Cava y obtener un éxito comercial. Su hijo Manuel perteneció al grupo de viticultores de Sant Sadurní d'Anoia que experimentaron con este vino espumoso con el fin de compartir los resultados. Concluyeron que era necesario construir bodegas específicamente diseñadas para la producción de Cava, utilizar uvas procedentes de las zonas más frías y fabricar botellas más robustas que pudieran resistir la presión.

Josep Raventós i Fatjó fue el primero en realizar las inversiones necesarias para cumplir estos tres requisitos, convirtiéndose de este modo, en 1872, en el primer productor que elaboró Cava de forma no artesanal. Posteriormente, otros viticultores siguieron su ejemplo durante las dos siguientes décadas. Los beneficios no se hicieron esperar, sobre todo desde que la filoxera destruyó los viñedos de la región francesa de Champagne.

Desde 1877, el xampán español, tal y como se llamaba entonces, reemplazó al champán francés en la corte española. En 1883 se acordó no emplear el término xampán y comenzó a llamarse vino espumoso. Cuando Cataluña fue también atacada por la filoxera, Marc Mir i Capella, un productor de Sant Sadurní d'Anoia, descubrió que era posible injertar las vides con rizomas americanos, un ejemplo que fue rápidamente seguido por otros viticultores locales, lo que permitió a los fabricantes de Cava experimentar una rápida recuperación.




Sant Sadurní d'Anoia, en la provincia de Barcelona, es el centro de elaboración del cava junto con otros municipios de los alrededores que también poseen sus propios viñedos.

La mayor parte los viñedos destinados a la producción del cava crecen sobre las pendientes en las que la costa se eleva hasta encontrar la meseta. Localmente conocida como Medio-Penedés se trata de un área de tierras profundas, arcillosas y calcáreas que ofrecen una buena capacidad de retención y permeabilidad. Los viñedos se encuentran entre 200 y 500 metros sobre el nivel del mar y alcanzan una media de 2.500 horas de exposición al sol durante el año.

Otras importantes áreas de cultivo se sitúan en el valle del río Ebro, donde hay abundantes cosechas de Macabeo, también llamada Viura.



l clima varía considerablemente entre los diferentes municipios productores de Cataluña, y más aún entre las siete Comunidades Autónomas donde se elabora el cava.

La principal área de cultivo alrededor de Sant Sadurni d'Anoia tiene una temperatura media de 14°C y una precipitación de 550-600 mm. Sin embargo, se pueden llegar a superar los 30°C en el verano.

En términos generales, se puede decir que las áreas de cultivo situadas en Cataluña gozan de un clima mediterráneo y, conforme se adentran en el interior, el resto de las zonas comparten una mezcla de mediterráneo y continental. Generalmente, estas áreas tienen una precipitación adecuada, aunque Requena, en la provincia de Valencia, y los municipios de Lleida y Aragón son más secos.

Las heladas durante la primavera y el granizo en los viñedos situados en las altitudes más altas del interior constituyen la amenaza más común de la vid.




La mayor parte del cava producido en Cataluña se elabora a partir de tres variedades: Macabeo (también llamada Viura), Xarel.lo (también conocida como Pansà Blanca) y Parellada. La uva Chardonnay ha sido cultivada intensamente desde que fue aprobada por el Consejo Regulador en 1986, mientras que la Subirat (o Malvasía Riojana) también puede ser empleada, al igual que otras variedades tintas como Garnacha, Monastrell y, más recientemente, la Trepat, utilizada para la elaboración del Cava Rosado.

Fuera de Cataluña, Macabeo es la principal variedad, llegando a estar presente en el 100% de los viñedos, junto con otras plantaciones de Parellada o Subirat. Es difícil generalizar sobre los métodos de cultivo empleados en zonas tan dispares, aunque se puede decir que las vides se encuentran normalmente plantadas siguiendo el modelo de marco real. Asimismo, se está registrando una tendencia a colocarlas en espalderas, especialmente en los viñedos más grandes, para facilitar la vendimia mecanizada. El espacio entre las vides varía entre las 1.500 y las 3.000 por hectárea en función del suelo.

Cada vez más, los productores trabajan estrechamente con los agricultores con el fin de que las uvas obtengan el estándar de calidad más elevado posible.

La vendimia suele comenzar con la recogida de la Chardonnay, seguida de Macabeo, Xarel.lo y Parellada, aunque la fecha de inicio varía en cada región y zona. Sin embargo, la vendimia temprana está siendo adoptada en muchas viñedos con el objetivo de aumentar la calidad. Así, por ejemplo, en Sant Sadurní d'Anoia la mayor parte cosecha se realiza a finales de agosto. Las uvas tintas se recogen en el mismo momento que la Xarel.lo y antes que la Parellada.

En la actualidad es frecuente que la uva sea recogida a primeras horas de la mañana, presionada en el propio viñedo y el mosto transportado a la bodega en depósitos aislados para asegurar la mejor calidad posible. Antiguamente, las uvas eran entregadas a las bodegas en pequeñas cajas y pesadas y evaluadas durante el traslado para asegurar su calidad.





Cada variedad de uva destinada al Cava y la uvas de cada viñedo son fermentadas y vinificadas de forma separada en función de las fechas de maduración y la calidad de las mismas. Las grandes bodegas controlan todo el proceso de vinificación, mientras que otras todavía compran el vino base. Cada vez más, los productores están construyendo plantas de prensado en los propios viñedos para evitar el riesgo de oxidación de las uvas durante el traslado a las bodegas. En estos casos, los mostos son transportados en camiones con depósitos frigoríficos.

La mayoría de los productores utilizan prensas neumáticas, o de cinturones de caucho, para asegurar que el primer prensado se realiza de la forma más suave posible, ya que el mosto que resulta utilizando este método es el único que se puede emplear para elaborar el Cava. Tras la presión, el mosto se deja reposar en depósitos fríos para asegurar que todas las impurezas quedan eliminadas antes de que comience la fermentación. Una vez limpio, la fermentación en frío tiene lugar en depósitos de acero inoxidable en los que la temperatura se mantiene a 18º C durante unas tres semanas.

El cuvée se realiza en diciembre o enero. Al igual que sucede con el champán, cada productor elabora su particular mezcla procedente de los viñedos pertenecientes a diferentes áreas dentro de la DO. Una mezcla típica de las tres uvas clásicas del Cava en Cataluña es la formada por Macabeo (50%), Xarel.lo (30%) y Parellada (20%), aunque se trata de una proporción muy variable. En ocasiones, Chardonnay también participa en la mezcla y hasta un par de viticultores realizan un cava utilizando exclusivamente esta variedad. Fuera de Cataluña, la mezcla más habitual es Macabeo con un poco de Parellada.

Después de la mezcla se produce la segunda fermentación, provocada con la añadidura del licor de expedición, un compuesto formado por disolución de azúcar, levaduras seleccionadas incluidas en un vino generalmente más viejo que el vino base y una pequeña cantidad de un clarificante llamado bentonita. La cantidad de azúcar es variable en función del tipo de cava que se desee conseguir. La adición de licor de tiraje no debe aumentar el grado alcohólico del vino base en más de un 1,5% del volumen. El licor de tiraje y el vino base se mezclan en un depósito y la mezcla final se traslada a las botellas mediante un proceso denominado tiraje o llenado de botellas. La botella se sella con un gorro dentro del que se sitúa una especie de taza de plástico donde se depositarán los sedimentos una vez que el vino esté preparado para el degüelle. El vino debe permanecer al menos nueve meses descansando sobre sus lías antes del degüelle.

Durante este tiempo, las levaduras trabajan junto con los azúcares para producir el dióxido de carbono que posteriormente será el responsable de las características burbujas del Cava. En realidad, la mayor parte de los cavas pasan más de nueve meses en este proceso. Durante todo este tiempo, la botella se encuentra en posición horizontal.

El siguiente proceso es el aclarado, que consiste en agrupar los restos de sedimentos procedentes de las levaduras durante su vida activa en el cuello de la botella. Para conseguir el aclarado se realiza el removido, un procedimiento que tradicionalmente se ha realizado de forma manual, aunque progresivamente se están utilizando maquinas específicas, sobre todo en las bodegas más grandes. En las más pequeñas todavía se realiza manualmente, girando las botellas en los pupitres. Se trata de un movimiento que se hace con la muñeca y, para realizarse correctamente, cada removido debe corresponder a 1/8 de la circunferencia de la botella. Con este proceso se consigue asimismo abrir las células de la levadura, liberando el endoplasma de su interior, que es absorbido por el vino otorgándole un mayor cuerpo.

Al igual que el removido, el degüelle se realiza de forma totalmente automática en congeladores llenos de agua con sal a una temperatura de -25º C. Después de unos diez minutos, los cuellos de las botellas se congelan y un sistema controlado por ordenador extrae las cápsulas que las cubren, junto con los sedimentos y una pequeña cantidad de vino. Acto seguido se añade licor de expedición, una solución de sacarosa disuelta en mosto de uva y vino que contiene una cantidad variable de azúcar. La adición de este licor no debe aumentar la graduación total en más de 0,5% del volumen.

El proceso termina con el encorchado de las botellas, el cierre del corcho con un alambre y una cápsula en su parte superior, el lavado las botellas, etiquetado y, por último, su colocación en cajas de cartón. La base del corcho posee un dibujo de una estrella puntiaguda de cuatro puntas y la palabra Cava.



Muchos, si no la gran mayoría, de los cavas permanecen más tiempo reposando sobre sus lías que el mínimo de nueve meses exigido por las normas del Consejo Regulador. El promedio es de uno a dos años en botella. Los cuvées(mezclas) de calidad pueden permanecer entre tres y cinco años, mientras que algunos de los superiores pueden superar incluso los diez, incluido un breve envejecimiento en barril antes de su embotellamiento. Para ser un Gran Reserva, el Cava debe pasar un mínimo de treinta meses sobre sus lías. Sin embargo, este hecho no se suele indicar en las etiquetas.

El carácter final de cualquier cava también depende de la mezcla de cada productor. La uva Parellada proporciona un cuerpo cremoso, suave y delicado aroma, mientras que Macabeo ofrece frescura y una afrutada acidez. En cuanto a la Xarel.lo, si se ha recogido en el momento oportuno y se ha vinificado correctamente, añade madurez, cuerpo y estructura. Los cavas elaborados total o principalmente de Chardonnay pueden ser excelentes y no comparten características orgánicas con los cavas clásicos hechos de las tres variedades anteriores. Pinot Noir, Trepat y Garnacha Tinta transfieren su carácter al Cava Rosado.

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