Noticias de Actualidad

Noticias de las diferentes Denominaciones de Origen

D.O. Conca de Barberá


Protegida del mar por las montañas, esta denominación conocida tradicionalmente por sus vinos blancos está ubicada en la parte meridional de Cataluña, entre las provincias de Tarragona y Lleida y en la cuenca de los ríos Francolí y Anguera.

Los productores comienzan ahora a experimentar con nuevas variedades para elaborar tanto vinos blancos como tintos.Merecen una mención especial los vinos rosados elaborados con la variedad autóctona trepat. El futuro de estos caldos es muy prometedor dadas las excelentes aptitudes que concede tanto el terreno como el clima, además de la situación de los viñedos y la inversión en nuevos equipos.

Los viñedos son en gran parte jóvenes , concebidos con modernos criterios de cultivo y muy cuidados. Además, se están sustituyendo las variedades menos interesantes por otras de mayor calidad.

Por el momento, una considerable proporción de la producción de los viñedos de la denominación, 6.000 hectáreas en total, se destina a la elaboración de vino base para Cava.




Como en muchas otras áreas españolas, la elaboración del vino procede en esta denominación de la tradición monástica medieval, en este caso centrada en el Monasterio de Sta. María de Poblet en la zona de Montblanc, capital actual de la comarca, que fue la tercera ciudad más grande de Cataluña durante la Edad Media. En el siglo XII, tanto los Templarios como los monjes de Poblet trabajaron los viñedos. En el sótano del monasterio todavía se encuentra el lugar donde elaboraban sus vinos y se puede visitar hoy día.

Conca de Barberá consiguió la categoría provisional de Denominación de Origen en 1985 y no fue totalmente aprobada hasta 1989. Entre ese periodo de tiempo, el vino era vendido a los productores de Cava, que también poseían viñedos en la zona.




La mayor parte de los viñedos se encuentran situados en los alrededores de la histórica ciudad de Montblanc, la capital de la Conca de Barberá. La zona de producción comprende un total de 14 términos municipales del norte de la provincia de Tarragona.

Los viñedos se sitúan en los valles de los ríos Francolí y Anguera, que están protegidos por tres sierras: al norte por la Sierra de Tallat, al este por la Sierra de Miramar y al sur por las estribaciones de la Sierra de Prades. El terreno es por lo general ligeramente ondulado.

Las altitudes varían entre los 350 y los 600 metros sobre el nivel del mar. La mayoría de los viñedos se asienta sobre suelos pardo-calizos, bastante sueltos y sanos, pobres en materia orgánica. En las colinas de la Sierra de Prades hay pizarra en la roca.






El clima es mediterráneo templado, con veranos calurosos y con temperaturas en invierno bastante frías, pudiéndose llegar a los cero grados. La temperatura media anual es de 14 ° C.

Durante la primavera, las tardías heladas pueden convertirse en un problema para los viñedos más altos. Las lluvias hacen su aparición sobre todo en otoño y la precipitación media anual es de 495 mm.

La situación de abrigo que conceden las sierras de alrededor protege a la zona de los vientos, mientras que la altitud se traduce en unos veranos en los que raramente golpea el excesivo calor. La humedad es ligeramente más alta que en otras denominaciones vecinas.


Las principales uvas son nativas: Macabeo y Parellada para la elaboración de vinos blancos y Cavas; y Garnacha, Trepat y Ull de Lebre para los tintos. En la actualidad, sin embargo, se cultivan variedades extranjeras como Cabernet Sauvignon, Merlot, Pinot Noir, Syrah y Chardonnay, cada vez más utilizadas puesto que están dando muy buenos resultados.

Las uvas blancas, incluida la Chardonnay, suponen las dos terceras partes de los viñedos.

Las vides más antiguas presentan una formación en vaso, pero las más jóvenes se encuentran sobre espalderas, que es el método recomendado para las nuevas plantaciones.

La densidad de plantación más habitual para los viñedos es de 2.000-2.500 cepas por hectárea, con un máximo permitido de 4.500 cepas/ha. La principal vendimia comienza alrededor del 12 de septiembre.




Los vinos blancos y rosados son elaborados siguiendo el estilo más moderno: en equipos de acero inoxidable con un control total de la temperatura y sin fermentación maloláctica con el objetivo de conservar la acidez.

Los vinos tintos suelen fermentarse en acero inoxidable, a baja temperatura si se van a consumir jóvenes. También pueden elaborarse con largas maceraciones y a temperaturas más elevada, pensando en un envejecimiento posterior en barricas de roble.






La D.O. Conca de Barberá posee cuatro tipos de vinos: el blanco varietal de Parellada, los blancos y tintos elaborados por coupage, y los rosados. En la práctica, los blancos suponen las dos terceras partes de la producción, aunque los tintos son cada día más importantes.

Los blancos siguen generalmente el nuevo estilo de recoger las uvas lo antes posible para mantener un equilibrio entre una buena acidez, frescura y limpio paladar. Incluyen la variedad Chardonnay.

La mayoría de los tintos y rosados se consumen principalmente jóvenes. Los rosados se basan en la uva Trepat. Los tintos incluyen una mezcla de Cabernet y Merlot y, en otros, de Tempranillo, Garnacha y Monastrell.

Los Crianzas están comenzando a emerger en varias bodegas y algunos productores los envejecen hasta alcanzar el nivel de Gran Reserva.

No hay comentarios: