Chacolí de Vizcaya -o Bizkaiko Txakolina, como se denomina en euskera- es la única Denominación de Origen de Vizcaya, provincia situada al noroeste del País Vasco.
A principios de los 80, un grupo de inquietos viticultores de esta provincia, junto con la ayuda de organismos autonómicos, intentó mejorar la elaboración de estos vinos tan peculiares. Hoy en día, se sigue invirtiendo mucho esfuerzo a todos los niveles, con lo que se está consiguiendo recuperar y dar a conocer a nivel nacional sus vinos.
Como consecuencia de estos esfuerzos, en 1994, el chacolí vizcaíno pasó a obtener la Denominación de Origen, un reconocimiento que supuso el aumento del número de viñedos. En la actualidad se encuentran dispersos por 82 municipios de la provincia de Vizcaya, en pequeñas plantaciones y cultivados muchos de ellos a la manera tradicional alrededor de los tradicionales caseríos vascos.
La elaboración del vino en esta zona cercana a la costa se remonta a la Edad Media. Así, por ejemplo, las leyes locales del municipio del Lekeitio, del siglo XIV, eximían del impuesto sobre la utilización de madera para la instalación de pérgolas. Asimismo, Guillermo Humboldt, que escribió sobre un viaje al País Vasco en 1801, se refiere al vino elaborado en esta región con el nombre de vino de Bilbao y comentaba que era tan excelente y estaba tan bien elaborado como los vinos franceses de Champange y Moselle. En 1850, la producción de chacolí en la zona de Lekeitio era superior a la de toda Vizcaya y Guetaria juntas.
La comarca de Balsameda elaboraba tradicionalmente vino tinto, pero en la actualidad la mayor parte de su producción es blanco. Incluso se adelantó a Baquio en el embotellado de su chacolí.
Los viñedos de esta D.O. se encuentran situados a lo largo y ancho de la costa, al este y oeste de Bilbao, capital de la provincia; y en las laderas que recorren el interior.
Puede hablarse de dos centros tradicionales de producción: Bakio, ciudad costera situada al este de Bilbao, cuyo nombre fue usado en tiempos para denominar a los vinos de Vizcaya, y Balsameda, que se encuentra en el interior de la provincia. La mayor parte de los viñedos son muy pequeños y se encuentran enclavados en las laderas bajas cercanas a la costa, con altitudes que rondan los 150 metros sobre el nivel del mar.
Los suelos de los viñedos cercanos a la costa son arcillosos, mientras que los del interior son más variados. En suelos de profundidad hay rocas de tipo calizo y margas calcáreas. Por su parte, los suelos bajos son neutros o ácidos, ricos en materia orgánica.
Los viñedos costeros ubicados alrededor de Bakio soportan un clima fresco, lluvioso, totalmente atlántico. Mientras, los del interior, plantados en los terrenos de la comarca de Balmaseda, tienen un clima caluroso y seco, más bien continental, con la presencia de microclimas cálidos que se forman en cada valle.
La temperatura media es de 12° C y pueden darse ocasionalmente heladas tardías y granizo. Las lluvias se reparten a lo largo de todo el año, siendo la precipitación media de entre 1.000 y 1.200 mm.
En Vizcaya predomina la uva blanca Hondarribi Zuri, como en la vecina Guipúzcoa, pero hay plantaciones con Folle Blanche.
En mucha menor proporción se encuentra la Hondarribi Beltza, la uva tinta propia de la zona, utilizada para la elaboración de los vinos rosados y tintos. Sólo en la comarca de Bakio esta variedad aparece en proporciones importantes y ocupando parcelas completas. No obstante, la mayor parte de las nuevas plantaciones de esta zona se están realizando con uva blanca.
En la costa, las vides se plantan sobre altas pérgolas, mientras que en el interior, en las tierras de alrededor de Balmaseda, se conducen en espaldera.
Aunque en esta denominación se encuentran todavía muchas bodegas tradicionales, la mayoría ya están trabajando con la última tecnología en equipos de acero inoxidable.
El chacolí tinto no tiene que estar exclusivamente elaborado a partir de uva tinta, sino que puede ser mezcla de tinta y blanca.
Vizcaya es la tierra del vino blanco, al igual que sucede en otras áreas de producción de chacolí. Sin embargo, en esta denominación hay más variedad de estilos que en Guipúzcoa como consecuencia de la diversidad geográfica de sus terrenos y también por haber incluido la variedad Folle Blanchejunto a las uvas autóctonas de la región.
Ciertas bodegas del interior están experimentando para conseguir un chacolí nuevo, también seco pero elaborado sólo con uvas maduras con el fin de conferirle un mayor sabor afrutado.
El chacolí procedente de los viñedos costeros mantiene su característica acidez, color amarillo y bajo contenido alcohólico.
En cuanto a los tintos, se trata de vinos ligeros, de color intenso, con notable acidez y baja graduación alcohólica, casi siempre entre el 8,5 y el 9,5%.
A principios de los 80, un grupo de inquietos viticultores de esta provincia, junto con la ayuda de organismos autonómicos, intentó mejorar la elaboración de estos vinos tan peculiares. Hoy en día, se sigue invirtiendo mucho esfuerzo a todos los niveles, con lo que se está consiguiendo recuperar y dar a conocer a nivel nacional sus vinos.
Como consecuencia de estos esfuerzos, en 1994, el chacolí vizcaíno pasó a obtener la Denominación de Origen, un reconocimiento que supuso el aumento del número de viñedos. En la actualidad se encuentran dispersos por 82 municipios de la provincia de Vizcaya, en pequeñas plantaciones y cultivados muchos de ellos a la manera tradicional alrededor de los tradicionales caseríos vascos.
La elaboración del vino en esta zona cercana a la costa se remonta a la Edad Media. Así, por ejemplo, las leyes locales del municipio del Lekeitio, del siglo XIV, eximían del impuesto sobre la utilización de madera para la instalación de pérgolas. Asimismo, Guillermo Humboldt, que escribió sobre un viaje al País Vasco en 1801, se refiere al vino elaborado en esta región con el nombre de vino de Bilbao y comentaba que era tan excelente y estaba tan bien elaborado como los vinos franceses de Champange y Moselle. En 1850, la producción de chacolí en la zona de Lekeitio era superior a la de toda Vizcaya y Guetaria juntas.
La comarca de Balsameda elaboraba tradicionalmente vino tinto, pero en la actualidad la mayor parte de su producción es blanco. Incluso se adelantó a Baquio en el embotellado de su chacolí.
Los viñedos de esta D.O. se encuentran situados a lo largo y ancho de la costa, al este y oeste de Bilbao, capital de la provincia; y en las laderas que recorren el interior.
Puede hablarse de dos centros tradicionales de producción: Bakio, ciudad costera situada al este de Bilbao, cuyo nombre fue usado en tiempos para denominar a los vinos de Vizcaya, y Balsameda, que se encuentra en el interior de la provincia. La mayor parte de los viñedos son muy pequeños y se encuentran enclavados en las laderas bajas cercanas a la costa, con altitudes que rondan los 150 metros sobre el nivel del mar.
Los suelos de los viñedos cercanos a la costa son arcillosos, mientras que los del interior son más variados. En suelos de profundidad hay rocas de tipo calizo y margas calcáreas. Por su parte, los suelos bajos son neutros o ácidos, ricos en materia orgánica.
Los viñedos costeros ubicados alrededor de Bakio soportan un clima fresco, lluvioso, totalmente atlántico. Mientras, los del interior, plantados en los terrenos de la comarca de Balmaseda, tienen un clima caluroso y seco, más bien continental, con la presencia de microclimas cálidos que se forman en cada valle.
La temperatura media es de 12° C y pueden darse ocasionalmente heladas tardías y granizo. Las lluvias se reparten a lo largo de todo el año, siendo la precipitación media de entre 1.000 y 1.200 mm.
En Vizcaya predomina la uva blanca Hondarribi Zuri, como en la vecina Guipúzcoa, pero hay plantaciones con Folle Blanche.
En mucha menor proporción se encuentra la Hondarribi Beltza, la uva tinta propia de la zona, utilizada para la elaboración de los vinos rosados y tintos. Sólo en la comarca de Bakio esta variedad aparece en proporciones importantes y ocupando parcelas completas. No obstante, la mayor parte de las nuevas plantaciones de esta zona se están realizando con uva blanca.
En la costa, las vides se plantan sobre altas pérgolas, mientras que en el interior, en las tierras de alrededor de Balmaseda, se conducen en espaldera.
Aunque en esta denominación se encuentran todavía muchas bodegas tradicionales, la mayoría ya están trabajando con la última tecnología en equipos de acero inoxidable.
El chacolí tinto no tiene que estar exclusivamente elaborado a partir de uva tinta, sino que puede ser mezcla de tinta y blanca.
Vizcaya es la tierra del vino blanco, al igual que sucede en otras áreas de producción de chacolí. Sin embargo, en esta denominación hay más variedad de estilos que en Guipúzcoa como consecuencia de la diversidad geográfica de sus terrenos y también por haber incluido la variedad Folle Blanchejunto a las uvas autóctonas de la región.
Ciertas bodegas del interior están experimentando para conseguir un chacolí nuevo, también seco pero elaborado sólo con uvas maduras con el fin de conferirle un mayor sabor afrutado.
El chacolí procedente de los viñedos costeros mantiene su característica acidez, color amarillo y bajo contenido alcohólico.
En cuanto a los tintos, se trata de vinos ligeros, de color intenso, con notable acidez y baja graduación alcohólica, casi siempre entre el 8,5 y el 9,5%.
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